El universo del vino nunca se queda quieto. A veces, los cambios llegan desde la naturaleza; otras, desde las copas de los consumidores... o incluso desde los gobiernos. Esta semana, tres noticias muestran cómo el mundo del vino está viviendo una transformación total: plagas que amenazan los viñedos, nuevas formas de disfrutar y un sistema impositivo que sigue complicando la escena local.

🐞 Plagas en el horizonte: la “spotted lanternfly” preocupa a los viñedos de EE. UU.

En Estados Unidos están lidiando con una visitante nada bienvenida: la spotted lanternfly, o chinche moteada voladora.
Este pequeño insecto, que viene de Asia, ya está haciendo estragos en los viñedos de la costa este, especialmente en Virginia, y los expertos dicen que podría llegar a California antes de 2033 si no se controla.

El problema es que se alimenta de la savia de las plantas y termina debilitando las parras. Por eso, el gobierno lanzó campañas para que la gente reconozca y elimine los huevos, bajo el lema “Scrape for the Grape” (raspá por la uva).

 

🔎 Por qué importa: esta historia nos recuerda lo vulnerable que puede ser el vino frente al cambio climático y las plagas. Y aunque parezca un tema lejano, no lo es tanto: Argentina también necesita invertir más en monitoreo y prevención, porque un brote de este tipo podría afectar a todo el sector.

🍷 Tendencia global: los vinos se mueven hacia el punto medio

Mientras tanto, en el resto del mundo el cambio viene desde las copas.
Cada vez más bodegas están apostando por los vinos de graduación intermedia —es decir, con menos alcohol pero sin llegar a ser “sin alcohol”.

Según Wine-Searcher esta tendencia crece entre quienes buscan disfrutar sin exceso: gente que valora la frescura, el equilibrio y una experiencia más ligera.
Europa ya está adaptando sus normas para permitir vinos de 8 % a 10 % de alcohol dentro de sus denominaciones de origen.

En Italia prueban con Proseccos más suaves, en Francia con tintos de apenas 6 %, y en España hasta bajaron los mínimos de alcohol permitidos en Rioja.
El desafío está en mantener el sabor, los aromas y la textura del vino, pero con una estructura más liviana.

 

💡 Reflexión: quizás estemos ante una nueva categoría que democratice el consumo, permita maridajes más frescos y atraiga a quienes antes evitaban el vino por su graduación. 

💰 En Argentina, una botella con doble carga impositiva que en Chile

Y si hablamos de desafíos… el último no viene del campo ni de la copa, sino del sistema impositivo (un embole).
Un informe de Infobae muestra que una botella de vino argentino paga el doble de impuestos que una chilena.

En promedio, el 62 % de las ganancias de una bodega se va en impuestos (sí, leíste bien). En Chile, la carga es del 42 %.
Y si miramos la góndola, casi la mitad de lo que pagamos por una botella termina en manos del Estado.

Esto encarece el vino local y deja poco margen para invertir en innovación, exportaciones o promoción. (sin dudas, esto afecta a todos pero mucho mas a bodegas o proyectos chicos)
Mientras tanto, Chile exporta con aranceles más bajos y costos logísticos mucho menores.

 

⚠️ Conclusión: si queremos que el vino argentino siga creciendo, hacen falta políticas más razonables. Porque el talento y la calidad están; lo que falta es que el sistema acompañe.

 


 Fuentes

  • The Washington Post (15/10/2025): “Spotted lanternfly threatens U.S. wine industry”

  • Wine-Searcher (10/2025): “Wine’s Big Move Towards the Middle”

  • Infobae (21/06/2025): “Por una botella de vino en la Argentina se paga el doble en impuestos que en Chile”