Te comparto tres cepas que amamos por su personalidad y por cómo rompen la rutina:
🧡 1. Bonarda: el secreto mejor guardado de Argentina
Durante años vivió a la sombra del Malbec, pero hoy la Bonarda brilla con luz propia.
Es intensa, jugosa, con notas a frutas rojas maduras y un toque especiado. Perfecta para quienes buscan vinos con carácter pero sin la estructura pesada de un Cabernet.
Nosotros lo AMAMOS.
Maridaje Bamvina: empanadas criollas, pastas con salsa de tomate o una pizza con rúcula y jamón crudo.
El truquito está en acompañar su perfil frutado con algo salado y fresco.
🌿 2. Torrontés: el blanco que huele a verano
El Torrontés es la uva blanca insignia del país. Nació en los Valles Calchaquíes y tiene un aroma encantador a flores blancas, uva fresca y cáscara de naranja.
En boca es vibrante, ligero y con una acidez que te invita a seguir tomando.
Maridaje Bamvina: empanadas salteñas (el maridaje por excelencia)
Ideal para quienes disfrutan de vinos blancos con mucha expresión aromática.
🍷 3. Cofermentado: la nueva cara del vino artesanal
En lugar de mezclar vinos ya terminados (como en un blend tradicional), el cofermentado combina las uvas desde el inicio de la fermentación.
El resultado: vinos más integrados, con energía y textura.
Son ideales para quienes buscan etiquetas con alma y mínima intervención.
Maridaje Bamvina: carnes grilladas con especias o una tabla con quesos y frutos secos.
Cada sorbo es distinto, y eso lo hace adictivo. (REAL)
🌟 Por qué elegir vinos distintos
Probar nuevos estilos no es solo ampliar la cava, es entrenar el paladar y descubrir qué te gusta de verdad.
En Bamvina, ese es el espíritu de cada caja: que cada copa te sorprenda, te enseñe algo y te conecte con una historia.
Porque el vino no se trata de repetir, sino de explorar.
La próxima vez que armes tu caja, animate a salir de la rutina.
